PUESTO DE TRABAJO
Arreglo para bandoneon y guitarra. milonga campo afuera
Amigos músicos : Una parte de este blog está destinado al
tango y los recuerdos.
Cuando escucho un tango, me sensibilizo , cierro los ojos y vuelo hacia
una época no tan lejana, cuando era
músico (tenía 25 años, allá por el 1975)
Cuando tocaba bandoneón, mi idea era hacer un duo de bandoneón
y guitarra, temas instrumentales y acompañamiento
de cantor. Un querido maestro ya fallecido
hizo los arreglos de algunos temas, los que nunca ejecuté, pero pasado el tiempo, abrí viejas cajas donde guardo partituras,
arreglos, etc, y quiero ofrecerlos para
aquellos que están en actividad.
Me interesarían los
comentarios sobre estos arreglos . Periódicamente iré agregando todo lo que
encuentre y que pueda servir a los amantes del tango.
ARREGLO BANDONEON
ARREGLO GUITARRA
Paisajes de Argentina: Mendoza
Tuvimos la oportunidad de viajar hacia la ciudad de Mendoza, ciudad que nos gustaría para vivir. Hicimos una una excursión hasta el Cristo Redentor, los paisajes son inigualables. Como bien decimos en el final del video. Aprendamos a disfrutar de nuestro país.
Aquí el enlace https://youtu.be/QF6oUgLmf3A
Aquí el enlace https://youtu.be/QF6oUgLmf3A
Ha llegado la jubilación
Si hasta ayer siquiera me pasó por la mente que iba a iniciar un trámite de ese tipo. ¡ Si yo no me veo como un tipo grande! Hasta me acuerdo cuando ingresé a este trabajo hace decenas de años. Cuando recorro mis últimos días de trabajo, miro esos viejos árboles y pienso que ellos me han visto pasar cuando tenía veintitantos. Esas veredas deben tener aún la “marca” de mis pisadas de tantos años, esas viejas fachadas , estuvieron, están y seguramente seguirán estando muchos años más o hasta que el progreso las derribe como sucedió con muchas y donde ahora se levantan edificios con nuevas gentes, que seguramente ni conocieron la casa que allí se levantó por años. Todo estos son solo recuerdos muy lindos pero añorados, pero la realidad es ésta.
Estoy haciendo un duelo importante, siempre en mi trabajo sostuve la idea de que toda persona debe tener una preparación prejubilatoria, para que el desarraigo no nos afecte. Pero ya estoy afuera . Me levanto temprano igual que antes, pero ya no me afeito, me visto y salgo a cumplir un horario, ahora lo hago sin apuro , solo eso, sin el apuro de saber que debo estar a tal hora para marcar una tarjeta.
Lo que me resulta más impactante es la pérdida del trato fluído que tenía con mis compañeros de muchos años. Ya no los veré tan seguido porque la relación por mas que uno no quiera, se va alejando lentamente, así ocurrió con muchos otros compañeros que ya hace años que están jubilados. Al principio venían todas las semanas a visitarnos a saludarnos, después poco a poco esas visitas se fueron espaciando y los últimos años ya ni siquiera se sabe si están o no están. Así me va a pasar a mí. Miro las fotos que me saqué con mis compañeros y me embarga una sensación de tristeza.. ..
Pero esta realidad, debe ser superada, porque la jubilación no es el final de la vida, es el final de una etapa de nuestras vidas. De nuestra vida laboral, solamente, porque muchos seguimos sintiendo la misma energía de los veintitantos , porque si bien ya no pertenecemos al trabajo que nos permitió crecer, dar un bienestar a nuestra familia entre otras cosas, aún tenemos una vida útil por delante, para hacer las cosas que nos gustan, cursos, gimnasia, música, pescar , inclusive poder realizar algún proyecto de trabajo independiente, sin horarios y sin tensiones.
Todo pasa por no perder la vitalidad, , continuar activo como si debiéramos buscar los recursos para sobrevivir. Porque mirando de ese modo permitirá que no nos “planchemos”, porque ahí sí, desperdiciamos un montón de cosas, de probabilidades y sobre todo de sentirnos bien. La salud mental depende de nuestra energía , y de nuestro interés para lograr aquellas metas que nos proponemos, La juventud de los sesenta y tantos, se basa en aplicar todos nuestros sentidos en cosas positivas, en mirar la parte del frasco lleno y no la vacía, porque allí en ese vacío se pierde parte de nuestra vida útil.