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Algo de historia



Hoy me pongo a pensar en años atrás (muchos? No sé, tal vez unas cuantas decenas)  y recuerdo el tiempo de los sábados por la noche.
El tan esperado baile popular. Alternábamos con las incipientes confiterías bailables. Más sofisticadas. Mas modernas. Era el comienzo de otro tipo de baile. La media luz daba otras sensaciones. La barra donde se pedía la bebida , que estaba incluída con la entrada.  Era otro baile, que ya habrá tiempo de comentar  en otro artículo.

Pero ahora quiero acordarme de los bailes populares. Aquellos bailes esperados durante toda la semana. Trabajaba en una oficina y a la  salida me encontraba con mi primo, principalmente jueves o viernes,  donde planeábamos el lugar al que íbamos a ir a bailar.
Recuerdo algunos de ellos en Rosario.  Unión y Progreso, Servando Bayo,  Echesortu.  Otros mas difíciles. Como Humberto 1ª o el Rancho de Ramón Merlo., y otros muy ocasionales como los clubes de barrio, Carlos Casado, El pino, donde anunciaban.
“…Este sábado, baile en el club….con selectas grabaciones musicales.

Y llegado el día tan esperado. Nos íbamos en  auto, el de mi primo un Valiant IV, o el mío un Fiat 125.
Una vez adentro, ( en todos era una distribución casi idéntica. )Pista de baile y rodeando,  las mesas y  sillas donde  estaban las madres con sus hijas. Nunca hubo  tanto movimientos de la cervical como esas chicas lo hacían, esperando el “cabezazo” o bien, cuantas madres codeaban a sus hijas indicándoles  aquel muchacho, o que éste la estaba mirando.  ¡Cuantas viejas casamenteras!  Mas de una vez nos gustó mas la madre que la hija, pero bueno….
Los muchachos nos  ubicábamos al borde de  la pista o detrás de las mesas, mirando aquella muchacha  diferente. Muchas veces cuando partía la seña, algunas exquisitas te miraban de arriba abajo para ver como estabas vestido , calculaban el status,  y decidían o no salir a bailar. Muchos tenían suerte y bailaban siempre Otros penaban  toda la noche. Peor aún cuando tu amigo o primo había salido a bailar, y te bancabas toda la noche, hasta que el baile terminara. Porque en ese tiempo nos hacíamos “pierna” y aguantábamos al que bailaba hasta que terminara. La razón era que cuando uno de nosotros bailaba, y concertábamos una cita, preguntábamos si había una amiga para “mi primo”  Ansiosos para saber si se había conseguido “algo” esperábamos….

En realidad cuando había pasado cierto tiempo y no habías conseguido bailar, el resto de la noche resultaba un “que carajo estoy haciendo acá”  “podría estar durmiendo” o “podría estar en otro lado, para qué mier…vine con mi primo cuando podría haber estado paseando con mi novia, o con esa otra chica que conocí en la semana.”  En fin.

La música de los 70· y 80·  Era una música que nos agradaba, porque nos transportaba , aún siendo una música moderna, no resultaba desagradable a nuestros oídos,  No sé, tendría que ser mas joven para saber si se siente las mismas sensaciones, con el rock, cumbias, etc.
A pesar de nuestra juventud, apreciábamos un estilo que marcaba un erotismo especial. El bolero. En la última entrada se acostumbraba a bailar con música mas lenta, donde se intercambiaba  el bolero con Sandro o con otro artista de la época…
 
CONTINUARÁ
  

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