Restaurantes románticos
Estas fotografías son buenísimas, hace funcionar mi fantasía , deseando
se convierta en realidad, y me lleva a pensar…
Te imaginas en un lugar así
con una mujer ( que no es tu
señora) a la que hace tiempo le gustás, y un día , vaya a saber que toque
mágico del destino, te encontrás con
ella en cualquiera de estos restaurantes?
Seguramente no vas a pedir milanesas con papas fritas, ni
asado, ni tampoco una raviolada. Te
explico: supongamos que vos, que llevás el humilde argentino adentro, se te
ocurre por nostalgias pedirte unas pastas.
Te bajás un toco de ravioles, te bajás un tubo de tinto, y
después? Lo único que te queda es arrastrarte hasta la habitación ,
alcanzás la cama y no te despierta nadie.
¡NO, NO! Se pierde
todo el encanto… allí te tenés que
bancar cualquier comida exótica y saborear todos los aromas, incluyendo el de
la señorita que te acompaña, ese aroma que siempre tienen las mujeres y que lo atribuyo al exceso de estrógenos.
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