Nuestros poetas
Nos transportan a viejos, -no tan viejos- tiempos y la vida era diferente.No sé si era la juventud o realmente diferente nuestra sociedad. Pero quiero rescatar estos poemas lunfardos porque me llenan de satisfacción leer sus estrofas tan simples pero tan argentinas
CON LA OLLA NO
Julián Centeya
La iba de robreca y la fajaba,
salía de la zalipa de colores
y de filo despues la engatusaba:
¡Pa mi sos el amor de mis amores!
La mina laburaba en lo e´ Bracera
y él se la empaquetó a lo propiamente
la cosa fue que eya, la bolsera
entró como chabona, dulcemente.
Y al volver una cheno de la timba
leyó en un pelpa: estufa de marimba
me pianto para siempre e la frangoya
Que me fajé de cros, que vaya y pase
pero, batime negro...¿esa es tu clase?
¡ Anoche me la diste con la olla!
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LA RECHIFLADA
Julián Centeya
Siempre te rechiflás
por cualquier cosa la broncás
y te da el ataque.
Mirá, un día de estos
te via a dar un saque
y vas a quedar en cama
bien morbosa.
Ya no te aguanto más María Melato
esgunfia como estoy
le doy un corte
y buscate urgentemente
quien te soporte
ese es mi trato.
La naifa lo escuchó
y dulcemente le clavó
la mirada. Frente a frente
y con un hilo de voz
le dijo al hombrón
que andaba en movimiento.
"andá ¡Chabón!
barreme bien la pieza"
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